Si a alguno de vosotros no viniera a visitarle el sueño en esta apacible noche, o si, no encontrando nada que ver en la tele, decidiera transitar los insomnes páramos del luctuoso bosque, encontraréis nuevas lecturas que espero sean de vuestro agrado. No tenéis más que buscar el tronco de algún árbol caído, o bien acomodaros entre los mullidos y cómodos lechos de hierba y arbustos que lo pueblan, encender una hoguera, y disfrutar de aquello que encontréis entre sus páginas.
Un saludo a todos, y que halléis reposo entre los abrigos nocturnos de este bosque reparador.