Entre las costillas de mi pecho blando
he cosido telarañas de hormigón.
Están sujetas por tres lañas, los infiernos,
y ancladas a la razón,
para que si amo, canto o me hacen daño,
nunca se me salga el corazón.
Pero he dejado una puerta abierta,
para sacármelo cuando yo quiera.
A que le de la luz, y la lluvia,
y a que vea las estrellas,
para acunarlo cuando se desvele
y mostrarle el sol que nunca quema.
Atraparlo entre mis manos,
calentarlo en las hogueras,
ver mis sueños en sus sueños,
y enterrarlo cuando muera.
Los tres infiernos:
haberte tenido,
no tenerte,
recordarte.
Me ha encantado!!!
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Muchas gracias!!
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