Este pequeño y semioculto rincón del bosque estará dedicado a hacer pequeñas reseñas sobre los libros que vaya leyendo, para aquellos a quienes pueda interesar mi humilde opinión antes de embarcarse en una nueva lectura. Ya conocéis mi gusto por la fantasía, el terror y la poesía, así que no os extrañéis de encontrar mayormente escritos sobre este tipo de narraciones bajo la penumbra boscosa de este lugar.
Espero que las sensaciones que me transmiten los relatos leídos, aquí plasmadas, os sean de utilidad.
El caso de Charles Dexter Ward
La Historia
Charles Dexter Ward nació en la ciudad de Providence, Rhode Island, Estados Unidos, en el año 1902. Desde muy joven manifestó un interés inusual por la historia, la cual se ocupó de estudiar hasta que, con el tiempo, sus investigaciones le llevaron a centrarse en los más enigmáticos y ominosos campos abarcados por las ciencias ocultas. Probablemente el punto de inflexión que marcó el cambio obrado en el joven desde su sana excentricidad del gusto por lo antiguo al comienzo de su locura, enmarcada esta ya dentro de la época en que sus estudios sobre ocultismo lo ocupaban todo, fue el descubrimiento de un ancestro en su familia, Joseph Curwen, cuya vida y obras habían estado consagradas por entero a estos mismos menesteres.
La historia había borrado casi por completo la vida de este hombre huraño y sombrío, cuyos diabólicos trabajos se vieron súbitamente interrumpidos por acción de sus propios conciudadanos, obrados como una bien a la comunidad, siendo cuanto realmente aconteció al término de su vida un auténtico misterio.
El joven Ward no dudará en continuar los trabajos de su antepasado, para lo cual ha de empezar por hallar su tumba perdida, así como la casa que este habitó en vida. Será este sólo el principio de una cadena de macabros acontecimientos que sacudirán la ciudad de Providence y que acabarán con los huesos del que fue un joven cabal y apasionado por la historia en una clínica para enfermos mentales.
Charles Dexter Ward desapareció de la clínica del doctor Waite, en la isla de Conanicut, el viernes 13 de abril de 1928, de una habitación aislada a sesenta pies del suelo, dejando atrás no más que un leve rastro de polvo azul grisáceo. Lo que ha sido a día de hoy del joven, nadie puede saberlo.
La narración
Novela gótica, al más puro estilo lovecraftiano, englobada dentro de sus famosos mitos de Cthulhu. El suspense y el misterio se nutren de la barroca y detallista narrativa del autor para embutirnos en la atmósfera de terror que rodea al protagonista casi desde el principio, y que ya no nos abandona hasta el desenlace final del relato. Probablemente aquellos que gusten de la narrativa simple lo encontrarán un tanto denso, pues el gusto por la retórica recargada y florida de Lovecraft no la hace una novela apta para los que se impacientan leyendo pasajes que, a pesar de tener una calidad literaria innegable, no tienen particular relevancia para el desarrollo de la historia.
Sin embargo, la novela mantiene el suspense hasta el final de una manera magistral, aunando elementos macabros: profanaciones de tumbas o casos de vampirismo; con lo nigromántico: resurrección de los muertos o invocaciones a fuerzas fuera de los límites conocidos; por lo que quienes disfruten de este tipo de narraciones, bien estructuradas y desarrolladas, encontrarán sin duda sus deseos saciados.
Sobre Lovecraft
H.P. Lovecraft fue uno de esos genios “incomprendidos” que encuentran su reconocimiento tristemente mucho tiempo después de haber muerto. Mantuvo, eso sí, un círculo de amistades que gustaban de sus relatos y que, asimismo, escribían los suyos propios de manera que unos a otros alimentaron su imaginación para dejarnos como rastro un vergel de magníficas narraciones de terror. Estos autores, conocidos como el “Círculo de Lovecraft”, fueron los que se encargaron de manera póstuma de honrarle con su más que merecida fama, dando a conocer su obra a un mundo que hoy se rinde ante su excelencia.
Sebastián Lozano
25 de mayo de 2017